Sunday Jan 26, 2025

Día 8 Novena a Santo Tomás de Aquino

ORACIÓN INICIAL:
Ven Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, Espíritu de verdad y de amor. Ven a habitar mi memoria, ven a iluminar mi inteligencia, ven a fortalecer mi voluntad. Condúceme a la verdad plena, Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Lectura bíblica del octavo día:

“Porque el Señor tiene los ojos puestos sobre los justos y los oídos atentos a sus oraciones” 1 Pedro 3, 12

Para santo Tomás de Aquino no había dualidad ni oposición entre la oración y el estudio, como no lo había entre la oración y la contemplación: su estudio era oración, y su oración era estudio. Estudiaba y oraba siempre, salvo un tiempo breve para el descanso. Se dice bellamente de él: “Oraba como si nada tuviera que esperar de su trabajo y trabajaba con la misma aplicación que si la oración no pudiera bastarle para llegar a la ciencia más perfecta”.
Santo Tomás antes de ponerse a estudiar, enseñar o escribir, recurría a la oración en secreto, con frecuencia deshecho en lágrimas. Si tenía alguna duda, interrumpía su trabajo mental para acudir nuevamente a sus plegarias. Por tal comportamiento, santo Tomás llegó a afirmar que su sabiduría no procedía ni de su ingenio ni de su estudio, sino que la suplicó a Dios por medio de la oración.

Pedir la gracia que se desea alcanzar rezando esta novena.

Padre Nuestro
Ave María
Gloria

ANTÍFONA:
¡Oh Santo Tomás, gloria y honor de la Orden de Predicadores! Transpórtanos a la contemplación de las cosas celestiales, tú que fuiste  maestro soberano de los sagrados misterios.
Ruega por nosotros, Santo Tomás.
Para que nos hagamos dignos de las promesas de Jesucristo.

ORACIÓN FINAL
Señor, que inspiraste a santo Tomás de Aquino para que usando su inteligencia iluminara las mentes de los creyentes con el fruto de su reflexión teológica, te pedimos que, a ejemplo suyo, crezcamos en el conocimiento del único Dios verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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